AUTOEDICION: sin complejos

http://www.edicionesirreverentes.com/newReportajes/autoedicion.htm

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Uno de los autores más importantes del S.XX, Borges, pagó la edición de su libro "Fervor de Buenos Aires". Bioy Casares publicó su primer libro porque su padre pagó la edición. Rimbaud supervisó personalmente la edición de "Una temporada en el Infierno" pagada por su madre.

"El Túnel", de Ernesto Sábato -si alguien no ha leído el libro seguro que ha visto la película- sólo se editó cuando el autor pagó la edición.

Lo mismo ocurrió con el primer libro de Onetti que sólo pudo ser publicado cuando el autor se hizo cargo de los costes de la edición. Todos son autores de reconocido prestigio.

Igual que Lewis Carroll, quien cuando publicó "Alicia en el país de las maravillas", ofreció hacerse cargo él mismo de los gastos de la edición. Uno de los más importantes escritores de finales del S.XIX, Villiers de l'Isle Adam, autor de "La Eva futura" o "Cuentos crueles", también se autoeditó. El Conde Potocki, autor de la grandísima novela "Manuscrito encontrado en Zaragoza" puso en su castillo una imprenta para editar sus propias obras y las de quienes sufrían la censura. Y hay muchos casos más, aunque prefieren no reconocerlo y optan por un sistema encubierto; pactan con su editor comprar un número determinado de libros. Si no fuera así, pocas editoriales sobrevivirían.



John Kennedy Toole, tras escribir "La Conjura De Los Necios" intentó infructuosamente que la publicasen. Todas las editoriales se negaron. Por ello sufrió una profunda depresión que le llevó al suicidio. Su madre tuvo que luchar con decenas de editoriales, recibiendo negativa tras negativa, hasta que una de ellas aceptó editarla. En pago, recibió una de las obras más difundidas de las últimas décadas. Nadie publicó a Kafka, ni a Pessoa. La obra poética completa de Gustavo Adolfo Bécquer sólo fue publicada tras su muerte. Marcel Proust se autoeditó. Ahora es el escritor más importante del S.XX. aunque haya escritores que piensen que quienes se autoeditan no son buenos escritores.Sólo se puede dar un consejo al escritor que recibe negativas tras negativa de las editoriales; no hay que hacer caso de las opiniones de los supuestos entendidos. (...)


Empresas que facilitan la edición de la obra por encargo:

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